Lecciones de Invierno
Cuando el invierno finalmente llega cada año, ¿realmente nos toma por sorpresa? Todos sabemos, sin siquiera pensarlo, que cada 52 semanas volvemos a entrar en una estación similar de frio o calor. Es natural para nostoros pensar que hay etapas de este ciclo donde todo florece y se pone verde, y otras donde las hojas caen y empieza una etapa de renovación.
Es tan normal este proceso para nosotros, que no nos preocupamos o sorprendemos demasiado porque las hojas se hayan caído en otoño, ¿o sí? Entendemos que esto es un proceso natural. Pero, aunque esto parezca muy obvio, se nos hace dificil tomar esa misma postura ante las etapas o estaciones de nuestra propia vida. ¿Acaso puede el árbol decidir que este año no pasar por el frio del invierno? ¿o que este año no dejará caer sus hojas? y ¿Que pasaría con el si acaso pudiera decidirlo?
Si este proceso es tan natural que lo vemos año tras año en todo lo que nos rodea y se nos hace normal, ¿por qué estamos nosotros tan desconectados de él? ¿Por qué nos sorprende tanto cuando llegan estas etapas en nuestra vida? ¿Por qué buscamos constantemente evitar algunas estaciones y vivir solo en las que nosotros queremos o las que creemos que son “las mejores”?
Separados
Pensar que nuestras vidas estan aisladas de este proceso natural creo que es una de las razones principales que causan sufrimiento en nuestra vida. Podemos comprender y aceptar que las estaciones del año son un ciclo constante cada 365 días y que al paso de estos días el ciclo se repetirá, pero todavia nos resulta dificil ver nuestras propias vidas con estos mismos lentes.
Lo mas común entre nostoros, es la resistencia, consciente o inconsciente, a los momentos que catalogamos como incomodos o indeseables y decidimos extender, incluso artificialmente, esos momentos que catalogamos como ideal o buenos. Pero, ¿realmente podemos controlar y manipular estos ciclos o estaciones? Constantemente buscamos la primavera y el verano, negando el otoño o el invierno de nuestras vidas, y nos olvidamos de que, independientemente de lo que consideremos como mejor desde nuestra perspectiva o nuestros deseos, el invierno y el verano inevitablemente llegarán.
Todas estas etapas son parte del proceso natural de la vida, un ciclo necesario en el que todos participamos. Sería imposible la vida y la evolución en la naturaleza sin estas etapas. Los seres humanos tampoco podríamos evolucionar y sobrevivir sin estas estaciones de crecimiento y dolor, de siembra y trabajo, de cosecha y abundancia, para crear un futuro diferente, para crear algo mejor.
Recordando
Hoy mas que nunca, es crucial que recordemos estos simientos del proceso natural en el que vivimos. Creo que nuestra programacion tecnológica nos ha vendido la ilusión de que podemos controlarlo todo, y nos ha dejado vulnerables ante los procesos internos de lidear con estas etapas naturales del la vida y el crecimiento personal. Si aprendemos a identificar el punto en el que estamos en nuestro propio proceso personal, no solo vamos a poder regresar a vivir a el momento presente y con ello dejar de resistirnos a este, sino que también aprovecharemos al máximo cualquier etapa en la que nos encontremos y podremos descubrir las infinitas oportunidades que abundan ahi, sea cual sea la parte del ciclo en la que nos encontramos.
Si logramos recordar este concepto, y nos rendimos ante la grandeza de estos ciclos que en realidad son grandes oportunidades, va a ser posible vivir feliz y pleno sin importar las circunstancias, sera posible hacerlo incluso en esos momentos de dolor y crecimiento, incluso en esos días de invierno que nadie quiere experimentar pero que a todos nos tocan tarde o temprano. Cuando estos días llegan, comunmente nos resistimos a ese flujo natural de la vida, queremos cambiarlo. Pero al hacerlo, en realidad nos adentrarnos aun mas en ese dolor o sufrimiento y entones creamos mas de eso que no queremos, entramos en un espacio de negación y mucho sufrimiento.
La vida y el universo no se detienen, y eso es algo que no podemos cambiar. Está más allá de nuestro control. Sin embargo, lo que sí podemos controlar es la forma en que respondemos ante ello, y esa respuesta crea nuestra realidad. En momentos de invierno, cuando las cosas se ponen difíciles, es crucial estar presente y consciente para poder crear algo diferente, integrar experiencias y acelerar la transformación que desea emerger a través de nosotros.
Permíteme compartirte a continuación 3 lecciones que este ultimo invierno me ha dejado y que estoy seguro te van a permitir actualizar tu sistema operativo para tenerlas presentes en el próximo invierno, cuando sea que llegue. Primero te compartiré el contexto que me llevó a esta situacion (para mas informacion y contexto te invito a leer “Un día de invierno”), para entonces dejarte las 3 principales lecciones que este invierno me dejó. Lecciones que creía ya entender pero que me recordaron el poco control que tenemos ante estos procesos, la importancia de la humildad y la aceptación cuando enfrentamos desafíos importantes.
Lecciones de Invierno
En septiembre del año pasado, estaba experimentando un muy buen momento en mi vida. Había tenido la oportunidad de compartir mi pasión a través de programas en grupos y empresas, además de que surgieron nuevas oportunidades para mi proyecto Emergente. Sin embargo, también tenía planes emocionantes en Alemania, donde he vivido la mayor parte de los últimos siete años.
Habia decidido regresar y estaba listo para co-crear un proyecto de un centro holístico en medio de la naturaleza y también de establecer una empresa similar a lo que había estado trabajando en México. Pero una vez en Alemania, las cosas no salieron como las había imaginado, y ahí es donde comenzó mi invierno personal.
Durante los últimos cinco meses en Alemania, me enfrenté a desafíos tanto externos como internos que me metieron en una profunda confusión y que me llevaron a tener ansiedad y depresion. A pesar de mis intentos por aplicar las mismas estrategias que me habían funcionado en el pasado, parecía que nada era suficiente. Estos momentos me enseñaron y recodaron lecciones de gran valor y que te menciono a continuación. Una eta que me recordó que a veces nos enfrentamos a circunstancias complicadas que parece imposible salir de ellas, pero que son grandes oportunidades para que lo nuevo pueda emerger.
Aunque puedo decir que comprendía teóricamente muchas de las lecciones que había aprendido anteriormente (sobre todo las del invierno del 2017-18), en estos días de invierno pude entenderlas a un nivel mucho más profundo. Podria resumir las lecciones de este invierno en las siguientes. (para mas sobre la historia y contexto de esta historia leer el blog “Un dia de invierno”)
Lección de humildad
Si has seguido el contenido que he compartido en los últimos años, te habrás dado cuenta de que uno de los mensajes que más se repetían en distintos episodios y conversaciones es el poder que tenemos como personas para transformar nuestra propia realidad y la responsabilidad que tenemos sobre todo lo que vivimos, ya que es una creación nuestra, aunque muchas veces inconsciente.
Con el tiempo, sin siquiera ser consciente de ello, creí que ya lo había entendido y que ya tenía las herramientas para lidiar con circunstancias difíciles que se presentaran en mi vida. Incluso pensaba que podría salir de casi cualquier situación sin la ayuda de terapia u otras personas que me apoyaran. Sin embargo, la vida me ha dado una lección de humildad importante.
Mientras estuve en Alemania durante estos meses, experimenté momentos de depresión en los que no tenía ganas de hacer nada, momentos en los que no podía mantener mi enfoque, donde no entendía quién era o qué estaba haciendo, y donde me preguntaba qué sentido tenía todo lo que había hecho hasta ahora en mi vida. En ocasiones, veía el mundo y me sentía profundamente triste, y sin previo aviso, sentía ganas de llorar y un vacío muy grande. Y lo peor era que, no lograba salir de este estado interno.
Durante estos días, intentaba aplicar mis herramientas, convencido de que me habrían ayudado a “salir adelante de cualquier situación”. Sin embargo, en esos momentos nada parecía funcionar. Todos los esfuerzos de meditar, hacer journaling, distraerme o no hacer nada, hacer ejercicio, aventarme al lago con agua helada, leer y recordar la teoría de desarrollo personal y espiritualidad, no parecían tener efecto. Por más que en otros tiempos cualquiera de estas acciones habría transformado mi energía y cambiado el rumbo, en estos momentos no funcionaban.
No me daba por vencido y al día siguiente lo intentaba de nuevo de una forma distinta o con alguna otra herramienta, pero volvía a sentirme impotente ante la fuerza de este momento de mi vida, ante esta energía que parecía haberse apoderado de mi y que había llegado para quedarse. Sinceramente, hubo varios momentos en los que empecé a rendirme y sentí que esto estaba ahí para quedarse, que este invierno exterior en el frío de Alemania y el invierno interior, donde todo parecía caerse a pedazos no tenian salids.
En esos dias, simplemente me era casi imposible percibir un camino hacia afuera de esta situación (cuando lo percibía, pronto se derrumbaba de nuevo). Sin embargo, cuál fue mi sorpresa cuando, al empezar a rendirme ante esta situación, empecé a entender que estos momentos también iban a pasar (this too shall pass) y que, por más que esto pareciera que no tenía salida, era solo un momento perfecto en este nuevo ciclo de mi vida que estaba ahí para ayudarme a crecer.
En el momento en que tuve este entendimiento profundo, empecé a abrirme a las lecciones que esta experiencia quería brindarme. Y una de ellas, la principal quizá, fue un cubetazo de humildad ante lo que la vida nos puede presentar y el poco control que tengo para controlar esos ciclos naturales mas grandes que yo.
Lección de aceptación
Cuando nos enfrentamos a circunstancias difíciles, tendemos a resistirnos y luchar contra ellas. Nos aferramos a la idea de cómo debería ser o cómo queremos que sea la realidad, y nos frustramos cuando las cosas no se ajustan a nuestras expectativas.
Durante este invierno personal, me encontré luchando contra la realidad. No quería aceptar que las cosas no estaban saliendo como las había planeado. Me resistía a aceptar que estaba experimentando dificultades emocionales y me esforzaba por encontrar soluciones rápidas.
Sin embargo, al darme cuenta de que mi resistencia solo empeoraba las cosas y me mantenía atrapado en un ciclo de sufrimiento, las circonstancias me llevaron a la aceptación. Acepté que estaba pasando por un período de confusión y tristeza. Para ser sinceros, tan solo aceptarlo, fue complicado y un poco doloroso. Pero tuve que aceptar que no tenía todas las respuestas o soluciones en ese momento y que necesitaba tiempo para reflexionar y sanar.
La aceptación no significa resignación, sino más bien reconocer la realidad tal y como es y permitirnos fluir con ella, creo que ese fue uno de los puntos clave para mi de recordar. Al hacerlo, pude liberar parte de la carga emocional que llevaba y abrirme a la posibilidad de crecimiento y transformación.
Esta segunda lección creo que la podria resumir en <Acepta la realidad tal y como es>
Lección de paciencia y confianza
El invierno es una etapa necesaria para la renovación y el crecimiento. Asumir y tomar esta etapa de esa manera, fue mi tercer principal lección de esta etapa de mi vida. El invierno es una temporada de quietud, de introspección y de preparación para la primavera. Es una etapa en la que la naturaleza se renueva y se prepara para el florecimiento que está por venir.
Estes invierno personal me mostró y me recordó una y otra vez la importancia de la paciencia y la confianza en el proceso. Aunque los días parecían oscuros y sin sentido, decidí confiar en que este invierno era necesario para mi crecimiento personal y que, eventualmente, daría paso a una nueva etapa de florecimiento. No fue así siempre, habia días donde esto nisiquiera cruzaba mi cabeza, pero mi esfuerzo era en estar lo mas consciente posible de cuando volvía a caer en un loop de pensamientos pesimista, negativos o depresivos para recordarme que todo iba a estar bien. Que solo tenia que confiar en que así seria y tener paciencia. Aprendí a abrazar el tiempo de espera y a confiar en que el universo tenía un plan para mí. Y creo que lo tiene para ti también si decides verlo asi.
Unas cuantas mas de regalo del universo – Recordatorios extras que recibí
Es muy complicado poder reducir todo este proceso de varios meses lleno de caos y transformacion en solo 3 lecciones, la verdad es que hubo muchas mas. Algunas de ellas quiza solo pude percibir en unos momentos y otras, por su naturaleza de repetirse y decirme a gritos lo que necesitaba aprender de esta situacion, me fueron quedando clarísimas. Sin embargo, mas allá de las 3 principales, estos son seis recordatorios extras que me deja esta etapa y que sin duda vale la pena traer contigo para recordar en el momento en que el próximo invierno haya llegado (Algunos de los ire desarrollando mas a profundidad en proximos blogs o capitulos del podcast).
- No es nada fácil salir de tu prisión. Como hemos platicando anteirormente, todos estamos dentro de una prision. Y cuando salimos de las limitantes que nos mantienen en una, entramos a una nueva simplemente mas grande. Pero, estar consciente de ella, no significa que sea facil salir de la misma. A veces, por más que tengas conocimiento y herramientas, puedes encontrarte en un invierno emocional del cual no sabes cómo escapar. En esos momentos, en lugar de intentar forzar una salida, es importante aceptar la situación y aprender todo lo posible de ella.
- La crisis es un momento crucial que nos permite crear algo nuevo. Es en los momentos de crisis donde encontramos la oportunidad de cambiar, de transformar nuestras vidas y de desarrollar nuevas habilidades. Es un punto de inflexión que nos invita a mirar hacia adentro y encontrar nuestra verdadera esencia.
- Todos tenemos programas mentales que nos incomodan. Reconocer y aceptar la existencia de estos programas es el primer paso para poder cambiarlos. Negarlos solo los refuerza y los hace más poderosos. La aceptación es el camino hacia la transformación personal.
- Todo pasa, ninguna situación es permanente. Confía en que, por más oscuro que parezca el momento, eventualmente pasará. Ten fe en que podrás superar los desafíos y encontrar la luz al final del túnel.
- Tu confianza personal es fundamental. Deja de ser un espectador en tu propia vida y conviértete en el héroe de tu propia historia. Nunca dejes de creer en ti mismo y en tu capacidad para enfrentar cualquier adversidad que se presente en tu camino.
- Eres el capitán de tu barco y tienes el poder de tomar decisiones y responsabilizarte de tu vida. No culpes a los demás ni te conviertas en víctima de las circunstancias. Toma las riendas de tu destino y sé consciente de que tú tienes el control para dirigirte hacia donde deseas ir.
Recuerda que cada una de estas lecciones encierra un valioso aprendizaje y nos invita a reflexionar sobre nuestra forma de enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades de crecimiento personal.
En resumen, en este invierno personal, aprendí lecciones que creía ya saber, valiosas lecciones de humildad, aceptación, paciencia y confianza. Me recuerda que poco podemos controlar las circunstancias externas, pero incluso las internas es en ocasciones muy dificil. Ahora veo y confirmo que el unico control que tenemos es interno, es de nuestra respuesta e interpretacion de lo que vivimos, pero incluso controlar ese estado intenro, es un reto y requiere trabajo y practica lograr esa maestria personal.
El invierno es una etapa necesaria para la transformación y el crecimiento, y si abrazas este proceso, ese invierno no va a durar mas de lo que es necesario, y vas a poder percibir e integrar las lecciones que este te presenta. Cunado así lo hacemos, la primavera llega y las lecciones aprendidas son las semillas necesarias para la nueva siempre y cosecha, para los nuevos frutos en nuestra vida.
Creo que el invierno esta ahi para nosotros y no en contra de nosotros.
Espero que estas lecciones también te sirvan de inspiración y te ayuden a enfrentar tus propios momentos de invierno con humildad, aceptación y confianza en el proceso de transformación.
Recuerda que, aunque los inviernos pueden ser difíciles, siempre hay una nueva primavera a la vuelta de la esquina. Todo pasa